En este mundo todo
tiene un porqué de existir y de ser, este pequeño relato nos revela el porqué
de las estrellas. Luego de ser creados el día y la noche, fueron creados el hermano
sol y la hermana luna; aunque muy
contrarios de naturaleza, se hicieron muy buenos compañeros, cada uno en su
lugar, el sol en el día irradiando con su esplendor, la luna a su vez en la
noche centellando su cálida y tierna palidez, aunque coincidían esporádica mente
para compartir entre si, la luna se
sentía solitaria.
El sol al notar la
tristeza de su compañera, le comento al maestro creador, que no soportaba dejar
sola a su querida luna entonces el maestro creador pensó, pensó y pensó hasta
que en destellan te emoción brillo la primera estrella en el firmamento, poco a
poco más fueron iluminando el infinito, la luna al notar que ya no estaba sola
lloro de alegría y miro a lo lejos al maestro creador para agradecerle el haberle
regalado más amigos aparte de su querido Sol.
Y así por qué las estrellas
acompañan a la luna, igualmente, nos enseña que todas las personas tenemos
estrellas al igual que la luna, para acompañarnos, en los buenos y malos
momentos, en la tristeza y en la alegría.
Déjame ser una de
esas estrellas para cuidarte, acompañarte y darte luz en tu camino…